Pandemia COVID-19 ¿Son eficaces las medidas comunitarias de prevención?


En la situación actual es conveniente, e inevitable, reflexionar sobre si son eficaces las medidas generales de prevención que todos estamos cumpliendo. Los criterios y opiniones particulares son respetables, pero finalmente siempre debemos seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias, que siempre están fundamentadas en estudios científicos que evalúan objetivamente los resultados.

En esta línea, se ha publicado un estudio realizado por el Imperial College London y otros colaboradores, que analiza el impacto de las medidas comunitarias sobre el COVID-19 en 11 países europeos.

El estudio comienza mencionando que probablemente el número de infecciones reales que se producen diariamente es considerablemente más alto que el de casos notificados, debido en parte a la proporción de casos leves o totalmente asintomáticos que se originan y a la limitada capacidad de realización de pruebas de detección en la población. No obstante, las personas infectadas representan una pequeña minoría y se observa un promedio moderado de tasa de ataque (proporción de casos nuevos en una población a riesgo durante un determinado periodo) en el conjunto de los países estudiados, pero con amplia variación entre ellos.

Las intervenciones comunitarias adoptadas, así como el grado de implementación y de cumplimentación, han variado entre los diferentes países de Europa y han incluido, entre otras, el distanciamiento social, tales como la prohibición de grandes reuniones y de relaciones de proximidad, cierre de fronteras, clausura escolar, aislamiento de infectados y contactos, confinamiento y limitación de actividades no esenciales. La mayoría de las intervenciones se iniciaron en torno al 14 de marzo, también con variaciones entre los diferentes países.

Los resultados del estudio sugieren que las intervenciones adoptadas tienen y tendrán un gran impacto favorable en la evolución de la epidemia, a pesar del número de casos nuevos, en disminución, que aparecen diariamente.

El impacto sustancial en la transmisión se observa, entre otros aspectos, en la disminución estimada del número básico de reproducción (R0: promedio del número de casos nuevos que genera un caso a lo largo de un periodo infeccioso), que ha descendido, para el conjunto de los países estudiados, de un valor inicial de 3,87 al actual de 1,43. De todas formas, el estudio plantea si las intervenciones actuales serán suficientes para reducir el número básico reproductivo por debajo de 1, momento crucial en el transcurso de las epidemias.

En el siguiente gráfico se puede observar las disminución del número básico de reproducción a medida que se introducen las diferentes medidas de prevención.




El estudio también menciona que, a pesar de la gran presión asistencial, las intervenciones evitan en gran parte un hundimiento total del sistema de salud.

También considera que es pronto para saber si la reducción de casos será observada en los países que comenzaron más tardíamente las medidas generales de prevención.

Se supone que la población europea está lejos de alcanzar la inmunidad de grupo o rebaño y, es más, con un número reproductivo en disminución, la posibilidad de adquisición de esa inmunidad también disminuye. Todo sugiere que mientras el virus tenga capacidad de extenderse rápidamente, las restricciones deben ser mantenidas.

Por último, afirma que, aunque todavía no puede decirse que las intervenciones hayan controlado la epidemia en Europa, hay claras razones para el optimismo si la tendencia actual continua.

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