Con la llegada del verano, los días tienen más horas de sol y aumentan las temperaturas. Disfrutamos de la vida al aire libre y de más momentos de ocio y vacaciones.
Cada año con los días más calurosos, aumenta el riesgo para muchas personas, más aún si se une a un exceso de humedad. El cuerpo habitualmente se enfría mediante el sudor, pero en algunas condiciones este mecanismo de defensa no es suficiente. Así, el exceso de temperatura produce pérdida de líquidos y de sales, que son necesarios para el normal funcionamiento del cuerpo, pudiendo aparecer efectos sobre el organismo peligrosos para nuestra salud.
Para prevenir estos efectos se ha elaborado esta información con el objetivo de que todas las personas adopten unas sencillas medidas preventivas.