Día Mundial del Trabajo Social

   

      Cada tercer martes del mes de marzo de cada año, desde 2009, se celebra el Día Mundial del Trabajo Social. Este año, bajo el lema “Ubuntu: fortaleciendo la solidaridad social y la conectividad global”, inspirado en un lema africano popularizado por Nelson Mandela: "Ubuntu, yo soy porque nosotros somos".

    En esta línea, yo soy porque somos, hacemos una reflexión que ponga en relieve la importancia del contexto, al tiempo que la influencia de las personas sobre el mismo. Todo está interconectado, vivimos en relación y las relaciones nos configuran…desde el aspecto más sutil hasta la característica más condicionante que “se presenta” en nuestra vida, genera una impronta en nuestra realidad en constante cambio.

    Dentro del amplio abanico de vocaciones y profesiones, el trabajo social constituye una de las más ligadas al empoderamiento de las personas poniendo en el centro de todas sus actuaciones la dignidad, la libertad y la igualdad de las mismas. Abordando así, de forma integral las situaciones que generan malestar a las personas y contribuyendo a la detección de factores de riesgo con el propósito de mejorar la calidad de vida de todas las personas dentro de sus comunidades.

    El trabajo social contribuye a la salud pública mediante la prevención de las situaciones que generan malestar y enfermedades y la promoción y protección de la salud. Las personas y la sociedad en su conjunto adquieren hábitos y conductas más saludables que fomentan su bienestar, reduciéndose así las desigualdades y el sufrimiento que conllevan.

    En este sentido, las estrategias generales de promoción de la salud que se llevan a cabo desde los diversos niveles y escenarios públicos en los que se encuentran las y los profesionales del trabajo social (sanidad, servicios sociales, educación, cultura, deporte, etc.) favorecen la adquisición de hábitos saludables y contribuyen a integrar y normalizar elementos relacionados con la salud.

    Incidir sobre los entornos es incidir sobre las personas. Trabajar coordinadamente y en la misma dirección aporta una coherencia, presencia y permanencia a largo plazo de los programas y proyectos que conciencian, sensibilizan y promueven las actuaciones saludables. Y éstos los encontramos presentes en el ámbito de los servicios sociales, de la educación, de la sanidad, y un largo etcétera en el que se integra el concepto de SALUD.

     Las y los profesionales del trabajo social están presentes y actúan como agentes desde estos diversos ámbitos para detectar necesidades, planificar respuestas e intervenir junto al resto de profesionales y personas implicadas en los procesos de mejora de las condiciones de vida de las personas y comunidades.