Seguir aprendiendo para envejecer saludablemente

    El concepto de “envejecimiento activo” fue originalmente desarrollado por la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2002) y ofrece la siguiente definición: “Envejecimiento activo es el proceso por el que se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental con el objetivo de ampliar la calidad de vida en la vejez”.

    Uno de los grandes retos a los que se ha enfrentado la educación ha sido la universalización de la enseñanza.  Todo ello ha supuesto que la educación no sólo llegue a todos los sectores sociales, géneros, lugares geográficos, etc., si no que en la actualidad también está llegando a todas las edades,  posibilitando el desarrollo de la  educación con carácter permanente y el  aprendizaje a lo largo de  toda la vida. El constatado envejecimiento de la población ha llevado a buscar alternativas para la consecución de un envejecimiento activo que retrase o delimite la dependencia asociada a la vejez. Nunca es tarde para aprender cosas nuevas. Prueba de ello es que cada vez son más los mayores que deciden ponerse a estudiar. Los beneficios son muchos, desde ampliar la red de amistades a proteger el cerebro del deterioro cognitivo. La Asociación Estatal de Programas Universitarios para Personas Mayores (AEPUM) refrenda que estudiar a partir de cierta edad es una tendencia al alza. Hay muchos motivos, entre ellos, llegar a edades maduras en mejores condiciones físicas y mentales, así como tener más tiempo y menos obligaciones familiares. Además, tener un nuevo propósito en la vida protege la salud del cerebro, ayuda a tener una vida social más plena, aumenta la autoestima y facilita que nos sintamos más satisfechos y felices.

    De este modo, surgen las Universidades de la Experiencia por todo el país como herramienta para el incremento en los niveles de integración y actividad social.

Los objetivos de la Universidad de la Experiencia son:

  • Posibilitar la formación universitaria y la promoción de la cultura en la etapa avanzada de la vida.
  • Facilitar la integración de las personas mayores en el contexto sociocultural que representa la universidad.
  • Favorecer la comunicación intergeneracional a través de los estudios universitarios.
  • Ofrecer un lugar de encuentro donde el alumnado comparta una experiencia cultural nueva.

    La Universidad de la Experiencia ofrece programas universitarios integrados, estructurados en años académicos, en que el estudiante mayor puede acceder a un nivel de formación mucho más profundo. El modelo formativo es de carácter intergeneracional, en el que el estudiante mayor comparte la experiencia formativa con el más joven.

    La Formación para Mayores de la Universidad de Zaragoza tiene como objetivo general la divulgación de la ciencia y de la cultura en personas que no han tenido oportunidad de recibir formación en la Universidad, o de recibirla en campos diferentes a la actividad profesional que han desarrollado a lo largo de su vida. Además, pretende fomentar la participación de los mayores en la sociedad actual, intercambiar conocimientos y experiencias y servir de apoyo a los gestores de los centros para mayores. Ofrece un programa de estudios y actividades a través del cual se pueden cursar diversos programas en diferentes áreas como derecho, arte, economía, sociología, paleontología e inglés, entre otros. Esta Universidad de la Experiencia cuenta con sedes en diferentes puntos del territorio aragonés y aspira a seguir ampliando su red con la colaboración de diversos organismos públicos como ayuntamientos, Gobierno de Aragón y la UNED.

    El único requisito exigido para acceder es tener 55 o más años de edad, o bien estar jubilado. Comenzó su andadura en 2001. Tienen incluso una asociación de alumnos y ex-alumnos, AMUEZ.

    Este curso con la pandemia y la premisa de que todas las clases universitarias para veteranos fuesen ‘online’, algunos antiguos alumnos han decidido no matricularse, aunque usar nuevas tecnologías es casi imprescindible en una sociedad cada vez más digitalizada. Las nuevas tecnologías y la falta de socialización suponen un hándicap difícil de superar.



    Muy útil para que estas personas sumen nuevas capacidades a las que ya disponen, potenciando su autoestima y participen activamente de la sociedad desde la perspectiva que aporta esta etapa de la vida.